La hipertensión es una enfermedad que ataca a una de cada cinco personas en el mundo. Es una afección que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y que también, puede afectar al cerebro, riñones y huesos. Si estás buscando formas naturales de controlar la tensión arterial, quizás quieras añadir el yoga a tu vida.
El yoga es una disciplina milenaria que cuenta con millones de personas que la practican a diario. No solo contribuye a equilibrar el cuerpo, sino que también ayuda a relajar la mente. Por si fuera poco, su práctica atrae beneficios directos para controlar la tensión arterial alta.
Estrés: el causante de la hipertensión
Aunque el estrés no es la causa como tal de la hipertensión, si incide en su aparición. Llevar un estilo de vida bajo mucho estrés, produce repetidas elevaciones de la presión sanguínea, lo cual generalmente termina conduciendo a una tensión arterial alta.
Es por esto que a las personas que están bajo mucho estrés o que sufren de hipertensión, se les sugiere que practiquen yoga. Esto porque ha quedado demostrado que cuando se practica consistentemente, ayuda a controlar la tensión arterial.
Además, debido a que el yoga incorpora varias técnicas de relajación, es efectivo para calmar el sistema nervioso. Por si fuera poco, enseña a relajar profundamente los músculos y la mente.
Yoga como herramienta para controlar la tensión arterial
Varios pequeños estudios han demostrado que el yoga es capaz de desencadenar cambios fisiológicos gobernados por el sistema nervioso. De hecho, se ha comprobado que practicar yoga unos minutos al día por al menos tres meses, tiene la capacidad de controlar tanto la presión sistólica y diastólica.
Una disminución de 2 mm Hg en la presión arterial diastólica, puede generar disminución de hasta en un 6% en el riesgo de contraer enfermedades coronarias. Mientras que el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular se reduce hasta en un 15%.
Posturas de yoga para controlar la tensión arterial
La práctica general de yoga tiene efectos relajantes que ayudan a controlar la tensión arterial y equilibrar el sistema nervioso. Sin embargo, hay posturas que funcionan mejor que otras. Si eres principiante, empieza con estas sencillas y terapéuticas asanas:
• Piernas en la pared
• Postura del puente
• Perro mirando hacia abajo
• Postura de niño
• Extensión posterior
• Media torsión espinal sentada
Sencillas modificaciones en otras posturas las vuelven más beneficiosas. Tal es el caso de las flexiones hacia delante cuando se apoya la cabeza, o la postura del triángulo en la que conviene mirar hacia el suelo y no hacia el techo.
Por otro lado, procura evitar poses que compriman la parte delantera del diafragma, como la postura del arco o pavo real. Además, si sufres de presión arterial alta, evita inversiones no compatibles como postura sobre la cabeza, el pino, o cualquier otra que haga que tu respiración se dificulte.
Recuerda que durante la práctica del yoga nunca debes sentirte agitado o incómodo con ninguna de las posturas. Si te sientes enrojecido, mareado o acalorado durante su práctica, sal de la postura y descansa en la pose del niño hasta que te sientas mejor.
Para finalizar tu práctica realiza 5 minutos de postura del cadáver empleando una manta de ser necesario para apoyar la parte posterior del cuello. Así conseguirás mantenerlo alargado.
